La luna es muy perezosa,
sólo trabaja de noche,
y a veces pide a los astros
que la trasladen en coche.
¡No tengas cara! le dicen,
que descansas todo el día,
y cuando estás en menguante
muy poco es lo que brillas.
La luna les hace caso
y se va a poner creciente,
¡No sabe por cuánto tiempo
tendrá contenta a la gente!
Cuando está llena la miran,
y la admiran otras veces,
por eso se pone triste
cuando nadie la comprende.
Andrés Sánchez 6ºB
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