jueves, 16 de febrero de 2012

Nuestro esperado viaje a Andorra por Jimena Alcalá

NUESTRO ESPERADO VIAJE A ANDORRA

El día 22 de enero del 2012, al cabo de 2 años de esperar, llego el momento de embarcarnos hacia nuestra semana blanca.
Ansiosos de montarnos en el autocar, nosotros los chicos y chicas de 5º de primaria, con sus maletas, mochilas, alegría y ganas de dejar atrás una semana los libros, exámenes y deberes nos pusimos en marcha hacia Canillo y las montañas nevadas.
Estábamos arrancando cuando nos dimos la vuelta y vimos (a los que ahora son nuestros amigos) los chicos y chicas del colegio Riondo que iban a compartir esta experiencia con nosotros.
Llegamos al albergue después de casi 11 horas de viaje. Cogimos nuestras maletas y fuimos hasta nuestras habitaciones asignadas.
Lo único que había era 2 literas de 3 personas y un pequeño pasillo, pero no nos decepcionamos puesto que estábamos entre amigas. Colocamos las maletas, nos instalamos y fuimos a cenar, después nos pusimos los pijamas y caímos rendidos en la cama.

PRIMER DÍA DE ESQUI: Nos levantaron a las 7:00 de la mañana aunque algunos ya estábamos en pie, nos vestimos correctamente y salimos disparados hacia el comedor donde debíamos desayunar con energía. Más tarde corrimos hasta el autobús que nos llevó a las montañas vestidas de blanco, cogimos nuestras botas y esquís correspondientes y fuimos directos hacia las pistas donde nos esperaba un profesor.
La mayoría éramos debutantes aunque había alguno que ya tenía nivel medio. Nos enseñaron a ponernos los esquís y a manejarlos un poco. Esquiamos por las pistas verdes y después de comer nos dejaron esquiar a nuestro aire hasta las 16:30
Llegamos al albergue después de un día agotador, merendamos y fuimos a una escuela francesa que estaba en el albergue, más tarde nos duchamos por turnos.
Jugamos, nos conocimos, hasta hubo amores que no comento, cenamos y nos fuimos a la cama derrotados por el dolor de las botas y lo bien que lo habíamos pasado.

SEGUNDO DÍA DE ESQUI: Nos levantamos a las 7:30 de la mañana contentos pero con mala cara de solo pensar en que otra vez nos tocaba ponernos las pesadas botas de esquí.
Como el día anterior nos vestimos, desayunamos y nos pusimos en marcha hacia las pistas. No cambiamos de pistas pero avanzamos un montón con la cuña y aprendimos a girar.
Comimos, tuvimos tiempo libre de esquí y a las 16:30 estábamos sentados en el autobús, listos para volver al albergue.
Llegamos al albergue y nos esperaba un bollito de merienda y ganas de patinar sobre hielo, aunque hubo algún que otro hueso roto.
Después de cenar visitamos una ermita francesa con un cristo muy antiguo. Volvimos al albergue y nos fuimos a la cama otra vez con dolor de pies.

TERCER DÍA DE ESQUI : La mañana y el esquí fueron igual de bien que los demás días solo que hubo una sorpresa para los debutantes ”las esquí Folwer” ¡¡¡¡SUBIMOS A LAS PISTAS AZULES!!!! Con nuestros palos e ilusión subimos a los telesillas y ala a esquiar. Comimos y hubo tiempo libre.
Cogimos del autocar nuestras mochilas con dinero y cámara y nos fuimos a un museo del agua y más tarde a realizar las famosísimas compras, solos por Andorra. Llegamos al albergue derrotados por el 3er día de esquí, cenamos y nos acostamos.

CUARTO Y ULTIMO DÍA DE ESQUI: Nos levantamos con las mejores ganas de esquiar. Como todas las mañanas desayunamos nos vestimos y corrimos hacia el autobús.
Llegamos y nos pusimos las botas lo más rápido posible para aprovechar mucho el último día de esquí.
SUBIMOS A LA COMA BLANCA. Donde había un iglú precioso hecho de hielo, después bajamos por una pista azul roja.
Comimos tuvimos tiempo libre y nos fuimos al albergue donde nos esperaban nuestros profesores de esquí, un chocolate con un bollo, medallas, caramelos, un diploma y un gran beso de nuestro profesores.
Pero todavía no había llegado lo mejor nos faltaba LA DISCOTECA era pequeña pero la música lo arreglaba. Bailamos, cantamos… y nos acostamos a las 12:00 de la noche

EL DÍA DE LA VUELTA A CASA: El más duro porque nos íbamos, desayunamos, nos vestimos y dimos un beso a lo que había sido nuestro hogar durante un maravilloso tiempo, cogimos nuestras maletas mochilas…… y nos montamos en el autocar.
Alas 9 horas de viaje llegamos a nuestro destino con lágrimas en los ojos pero con la experiencia de una excursión entre amigos.
ANDORRA YA NO ESTÁ, PERO EN NUESTRO CORAZON SIEMPRE ESTARÁ.
Animo a todas las persona s que puedan ir que vallan porque es una experiencia inolvidable.

Jimena Alcalá 5ºB

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